La Operación Renta puede ser un proceso complejo y estresante, especialmente para pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, con una contabilidad ordenada, un trabajo planificado y la asesoría adecuada, tanto personas naturales como jurídicas pueden enfrentar este desafío con mayor tranquilidad.
El impuesto a la renta es un punto crítico en la recaudación fiscal, y el Servicio de Impuestos Internos (SII) exige su pago a todos los contribuyentes. Con una buena preparación y planificación se puede transformar la Operación Renta de un momento de angustia a un simple trámite administrativo.
Aunque el SII aún no define la fecha, es posible adelantarse siguiendo los siguientes pasos:
1. Clarificar los Gastos: Es fundamental ser ordenado y guardar todos los documentos que representen costos operacionales, incluyendo facturas de compra y boletas de honorarios. Estos deben registrarse adecuadamente para que el contador pueda incorporarlos en el balance.
2. Revisar el Balance Trimestralmente: Pedir al contador un balance trimestral es esencial para desarrollar una estrategia que alivie la carga tributaria de la empresa.
3. Revisar el Régimen Tributario: Dependiendo del régimen tributario, la empresa puede tener más o menos beneficios. Por ejemplo, el régimen Pro Pyme General permite rebajar el pago del impuesto a la renta como una manera de incentivar la reinversión.
Una planificación tributaria adecuada y la revisión trimestral de la información con un equipo especializado pueden optimizar la rentabilidad del negocio. Además, recuerda que no declarar los impuestos puede acarrear multas e intereses, tanto para la empresa como para su representante legal.