En el marco de Expomin 2025, que se lleva a cabo en Espacio Riesco, el ex ministro de Economía, Álvaro García, ofreció una disertación destacando la crucial importancia de la minería en el crecimiento económico de Chile. Con un enfoque analítico, García expuso cómo las inversiones en este sector han sido fundamentales para el desarrollo del país, enfatizando que la producción minera se multiplicó 3,6 veces entre 1990 y 2004. Durante este período, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) y las exportaciones se relacionaron estrechamente con el avance de la industria minera, lo cual permitió a Chile posicionarse como un líder en el ámbito exportador a nivel mundial.
Sin embargo, el ex ministro subrayó que a partir de 2004, este crecimiento se ha estancado, con una disminución en el dinamismo de la producción minera y una desaceleración en las exportaciones, que comenzaron a crecer a un ritmo más lento. García advirtió que esta dependencia del precio del cobre ha limitado el potencial de crecimiento económico del país, lo que ha derivado en un período de relativa stagnación. No obstante, ofreció una perspectiva optimista sobre el futuro del sector, destacando que en el último año se invirtieron 4.300 millones de dólares en minería, la cifra más alta en años, y las proyecciones apuntan a un aumento del 20% en la inversión durante el próximo año, impulsando así el crecimiento del PIB.
García también hizo hincapié en cómo la minería ha propiciado un impacto positivo no solo en la economía nacional, sino también en el empleo y en las comunidades de las regiones mineras. Según el ex ministro, el sector de la construcción se beneficia considerablemente de las inversiones en minería, ya que no solo se construyen yacimientos, sino que también se desarrolla la infraestructura necesaria, como carreteras, puertos y plantas desaladoras. Añadió que la compra de energía renovable no convencional por parte de la industria ha colocado a Chile en una posición destacada a nivel global, al mismo tiempo que abre posibilidades para la producción de hidrógeno verde, lo que podría ser un catalizador para el crecimiento económico.
Sin embargo, García también planteó un desafío: la falta de colaboración entre las empresas mineras en lo que concierne a la inversión en infraestructuras críticas, como desaladoras. Al señalar que una mayor integración de esfuerzos podría facilitar una mejor gestión de los recursos hídricos en las regiones mineras, el ex ministro expresó su esperanza de que estas colaboraciones comiencen a materializarse. Ya se están construyendo plantas multipropósito que no solo suministran a la minería, sino que también benefician a otros sectores productivos, lo que sugiere un cambio positivo en la manera en que la industria se está organizando para enfrentar los desafíos del desarrollo sustentable.
La discusión actual en Expomin 2025 también ha incluido aspectos como la equidad de género en la minería y el papel que puede jugar Chile ante la creciente demanda mundial de minerales críticos, según se destacó en los distintos paneles y exposiciones. Este evento se ha convertido en un punto neurálgico para los actores de la industria, donde se ha compartido innovación y sostenibilidad, reflejando un sector que está en deuda con el desarrollo integral y que busca avanzar hacia un modelo más inclusivo y sostenible. La visibilidad de estas temáticas es crucial, y la participación equitativa se perfila como una de las claves para asegurar un futuro próspero y equitativo en la minería nacional.
