Cada vez son más las empresas que buscan aplicar técnicas, independientemente de la industria en la que se desenvuelven, para reducir la huella de carbono y específicamente el uso de agua en sus procedimientos.
Las noticias tradicionalmente surgen en el mundo de la minería; sin embargo, en el ámbito de la salud también se han dado avances.
Hace 15 años, los laboratorios de RedSalud en Chile dieron marcha en el país a incorporar la llamada ténica de Química Seca o “Dry Chemistry”, una tecnología también se utiliza en otros países de Latinoamérica, como Perú y Argentina, y que permite procesar los exámenes de química clínica e inmunodiagnóstico sin utilizar agua.
“Esto elimina el riesgo de que la mala calidad del agua pueda afectar los resultados de las pruebas, minimiza los residuos y contribuye directamente a reducir la huella hídrica y cuidar un recurso escaso como el agua”, destacó el doctor Jorge Aldunate, director de Laboratorios Clínicos RedSalud.
La tecnología no genera desechos líquidos y, además, permite un amplio menú de pruebas, como glucosa, perfil lipídico, urea, creatinina, ácido úrico, determinaciones enzimáticas, determinaciones inmunológicas, entre otros.
El alcance
Con este paso, la compañía ha pasado a ser la mayor red de laboratorios de la nación andina que usa esta tecnología, con 27 autoanalizadores operando en todo el territorio.
Según indicó la empresa en un comunicado, “el uso de esta tecnología libre de agua permitió durante el año 2022 reducir el consumo de agua potable que de otra forma se habría destinado al análisis químico”.
Dicho ahorro, en solo un año alcanzó los 42.573 m3 de agua potable, lo que equivale al suministro necesario para que 192 familias chilenas cubran sus necesidades anuales.
“Si llevamos estas cifras al total de los 15 años en que se ha usado esta técnica, la huella hídrica de RedSalud se ha reducido en un total de 638.595 m3”, indicaron desde la empresa.