La policía de Brasil ha desactivado un ataque con bomba que se planeaba llevar a cabo durante el concierto de Lady Gaga en la icónica playa de Copacabana, en Río de Janeiro. Según informaron las autoridades, la Policía Civil del estado, en colaboración con el Ministerio de Justicia, logró interceptar a los sospechosos que habían reclutado a individuos para llevar a cabo ataques utilizando explosivos improvisados. Este macabro plan no solo tenía como objetivo causar estragos durante el evento, sino también ganar notoriedad en redes sociales, lo que plantea preocupaciones sobre la radicalización de jóvenes a través de plataformas digitales.
Dos individuos, uno de ellos un menor de edad, fueron arrestados por su supuesta implicación en el complot terrorista. La noticia de la amenaza alcanzó a los representantes de Lady Gaga únicamente a través de los medios de comunicación, después de que el concierto, que reunió a más de dos millones de asistentes y era gratuito, ya había concluido. Esta situación ha suscitado un debate sobre la efectividad de las medidas de seguridad en eventos masivos y la importancia de mantener informados a los artistas y a su equipo sobre posibles riesgos.
La policía destacó que el grupo que planeaba el ataque había estado promoviendo discursos de odio dirigidos especialmente contra niños, adolescentes y la comunidad LGBTQ+. La captura del presunto líder de la operación, un hombre de Río Grande do Sul, fue atribuida a la posesión ilegal de un arma de fuego y al almacenamiento de pornografía infantil. Las actividades de este grupo no solo implican amenazas de violencia física, sino que también se enfocan en la radicalización juvenil, fomentando comportamientos autodestructivos y contenidos violentos como formas de pertenencia entre los jóvenes.
Un portavoz de Lady Gaga declaró a The Hollywood Reporter que la artista y su equipo no fueron comunicados sobre dicha amenaza antes o durante el espectáculo, reafirmando la importancia de mantener una comunicación clara y efectiva entre las distintas fuerzas de seguridad y los organizadores de eventos. Lady Gaga, quien emocionó a la multitud exhibiendo trajes inspirados en la cultura brasileña, rompió su silencio sobre el suceso tras el concierto, enfocados en celebrar el retorno a Brasil después de una década.
La logística de seguridad durante el concierto fue monumental, con más de 5,000 oficiales desplegados, además del uso de drones y cámaras de reconocimiento facial para garantizar la seguridad de los asistentes. El evento, que forma parte de la promoción del nuevo álbum de Lady Gaga, Mayhem, no solo tiene un impacto cultural, sino económico, ya que se espera que esta iniciativa genere más de $100 millones para la ciudad de Río de Janeiro, en un intento por revitalizar su economía y atraer turismo.