El Black Friday se ha consagrado como el evento más relevante en el ecosistema del comercio electrónico, especialmente en Chile, donde entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre de este año, las marcas tendrán la oportunidad de maximizar su visibilidad y ventas. Este evento no solo representa un desafío logístico, sino también una oportunidad estratégica para pequeñas y medianas empresas que buscan expandir su alcance en un entorno competitivo. Yerka Yukich, directora ejecutiva de e-commerce de la Cámara de Comercio de Santiago, señala que el Black Friday se ha convertido en una vitrina clave para los comercios, tanto en su modalidad presencial como en línea, donde las empresas pueden conectar con nuevos públicos y enfrentar los retos del mercado actual.
Las cifras del Black Friday 2024 ya han dejado claro el impacto significativo de este evento en el comercio electrónico chileno, superando los 550 millones de dólares en ventas y marcando un incremento notable del 25% en valores nominales y del 14% en el número de transacciones. En este escenario, se proyecta que para 2025 el crecimiento de las ventas en línea no solo se mantendrá, sino que aumentará, alcanzando los 6,86 billones de dólares a nivel global. Esto implica que las empresas deben prepararse para gestionar un volumen masivo de pedidos de manera eficiente y asegurar tiempos de entrega precisos, factores que son esenciales para la satisfacción del cliente y el éxito empresarial.
Para prepararse adecuadamente para este desafío, es crucial que las empresas comprendan su capacidad operativa real. Implementar tecnologías avanzadas que permitan medir la disponibilidad de su flota puede maximizar las entregas sin la necesidad de aumentar la cantidad de vehículos. Además, optimizar la red de distribución y la planificación de rutas a través de inteligencia artificial puede reducir costos, disminuir kilómetros recorridos y aumentar la cantidad de entregas diarias, garantizando así un proceso logístico más eficiente durante el Black Friday.
La visibilidad y el control en tiempo real son también aspectos fundamentales para enfrentar los retos logísticos del Black Friday. Contar con herramientas que permitan monitorear cada fase de la entrega y responder ante imprevistos proporciona una ventaja competitiva decisiva. La gestión que permite la adaptación a situaciones como cambios climáticos o incidentes en la ruta mejora la experiencia del cliente y asegura que las empresas puedan cumplir con sus expectativas. En este sentido, la flexibilidad de los procesos logísticos se convierte en un factor clave, donde la adaptabilidad a las demandas del mercado se optimiza mediante la rápida respuesta a cambios en las necesidades de los consumidores.
Carlos Díaz Ojeda, gerente general para América Latina de DispatchTrack, destaca que los procesos logísticos deben incorporar un alto nivel de agilidad y personalización para mejorar la competitividad dentro del ecosistema del comercio, enfatizando la importancia de contar con plataformas tecnológicas modulares y de rápida implementación. DispatchTrack, líder en software de última milla, sostiene que la eficiencia en la planificación de rutas y el control de entregas son vitales para el éxito, especialmente en épocas de alta demanda como el Black Friday, donde su sistema de ruteo impulsado por inteligencia artificial asegura una precisión del 98% en los tiempos estimados de entrega.








