Más de dos millones de personas se congregaron en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, para asistir al espectacular concierto gratuito de Lady Gaga, según han informado funcionarios de la ciudad. Este evento, el más grande en la carrera de la icónica estrella pop, fue financiado por el gobierno municipal como parte de un ambicioso plan para revitalizar la economía local, golpeada por la pandemia y otras crisis económicas. Las autoridades esperan que el concierto genere un impacto positivo y aporte hasta 100 millones de dólares a la economía carioca, una cifra que podría marcar la diferencia en la recuperación de la ciudad.
El sábado pasado, miles de fervientes fanáticos, conocidos como los «Little Monsters», se alinearon desde temprano para asegurarse un lugar en el evento. Se implementó un exhaustivo operativo de seguridad que incluyó la presencia de 5,000 policías y la instalación de detectores de metales a la entrada del recinto. Además, las autoridades no escatimaron en recursos tecnológicos, utilizando drones y cámaras de reconocimiento facial para monitorear la multitud y garantizar la seguridad de todos los asistentes durante el espectáculo.
No es la primera vez que una estrella de renombre internacional ofrece un concierto gratuito en la famosa playa. En mayo de 2024, Madonna también realizó un evento de este tipo en Copacabana, financiado por el mismo esfuerzo de la ciudad para atraer turismo y reactivar el comercio local. La cita con Lady Gaga tenía un significado especial, ya que la última vez que la artista se presentó en Brasil fue en 2012, lo que había dejado a sus seguidores deseando su retorno.
Durante el concierto, Lady Gaga deslumbró a la audiencia con trajes que celebraban la cultura brasileña, incluyendo atuendos inspirados en la selección nacional de fútbol. La atmósfera en la playa se volvió mágica cuando los asistentes comenzaron a cantar al unísono sus grandes éxitos, como «Poker Face» y «Bad Romance». Entre la multitud, muchos ondeaban banderas de temática arcoíris, reflejando el mensaje de inclusión y diversidad que Gaga promueve en su música.
Al final del emotivo espectáculo, Lady Gaga resonó con las palabras: «somos monstruos y los monstruos nunca mueren», cerrando con broche de oro su actuación con «Bad Romance», una de sus canciones más emblemáticas. La artista no solo dejó una huella imborrable en los corazones de sus fanáticos, sino que también, según las autoridades, el evento se tradujo en una masiva afluencia de turistas y un impulso vital para la economía de Río, donde ya se ha fijado la mirada en futuros eventos que sigan este camino de revitalización.
