Digitalización Financiera: Cambios en Métodos de Pago

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La digitalización financiera en Chile está transformando radicalmente la manera en que los consumidores realizan sus pagos. Con un panorama en el que el uso del efectivo ha disminuido notablemente, las transacciones electrónicas han ganado predominancia. Cada vez más, los chilenos eligen las tarjetas de débito y las transferencias electrónicas como sus métodos de pago preferidos. Este cambio se debe en gran medida a la expansión de los canales digitales y a un creciente deseo por parte de los consumidores de experimentar pagos más ágiles y seguros, aspectos que se han vuelto fundamentales en un entorno cada vez más digitalizado.

El último informe del Banco Central, titulado Informe de Sistemas de Pago 2025, resalta cifras sorprendentes que ponen de manifiesto esta tendencia. En el primer trimestre del año, se registraron 237 millones de transferencias electrónicas que sumaron un total de US$ 60.506 millones. A su vez, las tarjetas de débito operaron en más de 1.080 millones de transacciones, acumulando un valor de US$ 18.972 millones. Estas cifras no solo indican el aumento del uso de medios de pago digitales, sino que también reflejan un cambio cultural profundo en la forma en que los chilenos manejan su dinero.

La necesidad de adaptarse a diferentes perfiles de consumidores y realidades de negocio ha llevado a diversas industrias a innovar en sus métodos de pago. Desde el retail hasta servicios básicos, cada sector está buscando soluciones que se alineen con sus especificidades operativas. Por ejemplo, lugares donde se requieren pagos recurrentes, como en el sector de salud, están adoptando modelos adecuados a esa demanda, mientras que el sector de la gastronomía se inclina hacia la necesidad de transacciones rápidas y eficientes, adaptando así su oferta a las exigencias del consumidor actual.

Carolina Pérez, Chief Commercial Officer de ProntoPaga, enfatiza que el reto actual radica en más que tener un único medio de pago; se trata de implementar plataformas que puedan adaptarse a las características de cada negocio. Según Pérez, la competitividad en el mercado estará determinada por la capacidad de estas soluciones para ser escalables, seguras y configurables, ajustándose a las demandas específicas tanto de los clientes como de las industrias. Este enfoque no solo optimiza la experiencia del usuario, sino que también fortalece a las empresas en un mercado cada vez más dinámico.

El crecimiento en la aceptación de pagos digitales en comercios también es notable: el Banco Central reporta un aumento exponencial en el número de locales que aceptan pagos con tarjeta; de 226.148 en 2021 se proyecta que alcanzarán 634.602 para 2025. Cada individuo mayor de 15 años está realizando en promedio 317 pagos digitales anuales, un aumento substancial respecto a los 100 pagos registrados en 2021. Este cambio eleva la urgencia de que las empresas adapten sus métodos de pago, priorizando la inclusión financiera y la personalización de la experiencia, aspectos claves para posicionarse competitivamente en el futuro digital.