El conglomerado estadounidense reestructura su liderazgo y aplaza el relevo de su CEO, Bob Iger, manteniendo en vilo a inversores y analistas sobre el futuro de la compañía.
Disney anunció una reorganización estratégica de su consejo de administración, confirmando que James Gorman asumirá como presidente a partir del 2 de enero de 2024. Este cambio marca el fin del mandato de Mark Parker, quien deja su cargo tras nueve años en la compañía para enfocarse exclusivamente en su rol como presidente ejecutivo de Nike. Gorman ha liderado desde agosto los esfuerzos para planificar la sucesión del actual CEO, Bob Iger, un proceso que finalmente se extenderá hasta 2026.
Un relevo alargado para el liderazgo de Iger
El nombramiento de Gorman como presidente llega en un momento en el que Disney enfrenta desafíos estratégicos y financieros significativos. Bob Iger, quien regresó como CEO en 2022 tras el despido de Bob Chapek, había planeado dejar el cargo en 2025. Sin embargo, la búsqueda de un sucesor adecuado ha resultado más compleja de lo esperado, y la compañía ha decidido aplazar la transición hasta 2026.
Iger destacó la importancia de contar con Gorman al frente del consejo:
«El consejo de Disney ha recibido una gran contribución de James Gorman, y tenemos la suerte de contar con él como presidente mientras avanzamos en este proceso de sucesión», señaló el directivo en un comunicado oficial.
Disney, que ha pasado por varios altibajos durante los últimos años, mantiene a sus inversores expectantes sobre su rumbo futuro. Las dificultades para encontrar un reemplazo definitivo para Iger reflejan la presión sobre la compañía para asegurar una transición fluida en un entorno de mercado cambiante.
Desafíos estratégicos en medio de la transición
Bob Iger, quien tiene 73 años, fue llamado nuevamente al cargo tras la salida de Chapek, quien había sido designado como su sucesor pero fue cesado tras un mandato de menos de tres años debido a desacuerdos con la dirección y una caída en el rendimiento financiero. La extensión del mandato de Iger refleja la importancia de un proceso de sucesión estructurado para evitar errores similares en el futuro.
En marzo, Gorman declaró en una entrevista con CNBC que Disney estaba llevando a cabo un “proceso estructurado y orientado al futuro” para reemplazar a Iger, señalando que la compañía se enfoca en seleccionar cuidadosamente al próximo líder para enfrentar los desafíos a largo plazo.
Impacto en los mercados e incertidumbre entre los inversores
El anuncio del relevo en la presidencia y la prolongación del mandato de Iger generaron reacciones inmediatas en los mercados financieros. Minutos antes de la apertura del lunes en la Bolsa de Nueva York, las acciones de Disney cotizaban con una leve baja del 0,13 %, reflejando la cautela de los inversores ante la falta de claridad sobre el futuro liderazgo de la empresa.
La incertidumbre sobre el rumbo estratégico de Disney se ve acrecentada por los desafíos que enfrenta la compañía en sus diversas áreas de negocio, desde el entretenimiento tradicional hasta la batalla por suscriptores en plataformas de streaming y la negociación de licencias, como la reciente disputa con DirecTV que afectó la distribución de ABC y ESPN en Estados Unidos.
Futuro de Disney bajo la lupa
El nombramiento de Gorman como presidente y la extensión del mandato de Iger hasta 2026 indican que Disney busca asegurar estabilidad en un contexto de cambios significativos para la industria del entretenimiento. A medida que el proceso de sucesión se desarrolla, los inversores seguirán atentos al desempeño de la compañía y a cualquier anuncio sobre su estrategia a largo plazo.
Con la reorganización del liderazgo y los desafíos externos en el horizonte, Disney enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia reciente. El éxito del proceso de sucesión será clave para definir si la compañía puede recuperar su rumbo y fortalecer su posición como líder global en entretenimiento y medios.