El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) ha otorgado una calificación favorable al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto «Continuidad Operacional Distrito Pleito Fase 3», impulsado por la Compañía Minera del Pacífico. Este proyecto, que representa una inversión significativa de 32 millones de dólares, busca optimizar el aprovechamiento de nuevas reservas minerales, lo que implica una actualización del Plan Minero vigente. Esta modificación es crucial para ampliar las áreas de intervención de los rajos Pleito Sur y Bronce Sur, así como de los botaderos asociados.
La aprobación del EIA permitirá que la extracción de minerales de hierro en el Distrito Minero Pleito continúe sin interrupciones. Con este proyecto, se proyecta una tasa máxima de procesamiento de aproximadamente 240 kilotoneladas al mes, asegurando así el cumplimiento del Plan Minero que contempla la extracción de un total de 56.261 kilotoneladas, que incluye tanto mineral como estéril. Este volumen es esencial para mantener la viabilidad a largo plazo de las operaciones mineras en la región.
El procesamiento del mineral se llevará a cabo mediante la operación conjunta de dos plantas de procesamiento que ya cuentan con las aprobaciones necesarias, asegurando que se mantenga la producción de granzas, finos y preconcentrado de mineral de hierro. Es fundamental destacar que no se realizarán cambios en las plantas como parte del presente proyecto, lo que contribuye a la estabilidad del proceso productivo y minimiza la necesidad de nuevas evaluaciones.
Para mitigar el impacto ambiental durante la fase de operación, se requerirá un total de 3 litros por segundo de agua industrial destinada al control de emisiones de material particulado. Este recurso hídrico se extraerá de un pozo subterráneo ubicado en el sector Punta del Viento, Quebrada Los Choros, en la comuna de La Higuera, Región de Coquimbo, donde la Compañía Minera del Pacífico posee derechos de uso de agua, asegurando un suministro constante y controlado.
Finalmente, el proyecto contempla la extensión de las actividades de transporte de productos, insumos, residuos y personal, manteniendo los flujos máximos ya aprobados en etapas anteriores. Esta continuidad no solo se alinea con las normativas medioambientales, sino que también garantiza la sostenibilidad operativa de las acciones de la compañía, reafirmando su compromiso con un desarrollo minero responsable en la región.








