Las exportaciones de vinos chilenos han marcado un hito en el primer semestre de 2025, con un notable aumento en su valor, gracias a un aumento significativo en la demanda de Brasil, que se ha consolidado como el principal destino. Con un crecimiento del mercado brasileño, la industria chilena del vino avanza hacia una premiumización, priorizando cada vez más la calidad sobre la cantidad. Según datos recientes, Chile logró exportar 22,5 millones de cajas de vino, valorizadas en US$ 605,5 millones, destacando un precio medio de US$ 26,9 por caja, lo que refleja una tendencia a la calidad y un reordenamiento en los destinos de exportación.
A medida que la industria de vinos chilenos se adapta a tendencias globales, la sostenibilidad se ha convertido en un factor clave, especialmente en mercados como Europa y Asia. Con Brasil como motor de crecimiento, el informe de la OIV indica que Chile cerró 2024 siendo el cuarto mayor exportador mundial, recuperando terreno significativamente. Sin embargo, la incertidumbre persiste, especialmente con nuevos aranceles impuestos en el mercado estadounidense, lo que ha llevado a los productores a replantear sus estrategias y a enfocar esfuerzos en su oferta de vinos premium y super-premium.
Mario Sebastián Ravanal, Gerente General de Viña Ravanal, enfatiza la necesidad de cambiar el enfoque de competitividad a uno que valore la calidad percibida, la sostenibilidad y la autenticidad. Este enfoque ha permitido a Viña Ravanal incrementar sus exportaciones mediante una estrategia diversificada, consolidando su presencia en mercados tradicionales y explorando nuevas oportunidades en mercados emergentes. La historia familiar de la viña y su compromiso con la calidad y la sustentabilidad han sido factores fundamentales para diferenciarse en un mercado internacional cada vez más competitivo.
El auge de Brasil como principal destino para el vino chileno en 2025 se atribuye a múltiples factores, incluyendo la geografía, los beneficios arancelarios del Mercosur y el crecimiento de la clase media brasileña, lo que ha permitido un consumo más recurrente y sofisticado. Las cifras indican un aumento de dos dígitos en volumen y un incremento del 6 al 7% en valor en el primer semestre del año. Roxana Diez de Medina, gerente de Viñas de Colchagua, resalta que el desafío radica no solo en vender más, sino en vender mejor, ofreciendo productos premium y experiencias únicas que conecten con el consumidor brasileño, quien valora la diversidad y calidad del vino chileno.
Además de Brasil, otros mercados como Estados Unidos, Reino Unido, Corea del Sur y México continúan mostrando una fuerte demanda por los vinos chilenos, mientras que en Europa, Alemania y los países nórdicos están cada vez más interesados en la sostenibilidad y la trazabilidad de los productos. En Asia, Japón y China buscan vinos con una fuerte identidad, lo que representa una oportunidad para los productores chilenos de fortalecer su presencia internacional. Carmen Paz Ravanal, Gerente de Marketing de Viña Ravanal, indica que la estrategia a futuro incluirá accentuar la presencia en mercados estratégicos y aumentar la oferta de vinos premium, junto con el impulso del enoturismo como herramienta de promoción y visibilidad para la industria del vino en Chile.








