El excandidato a la presidencia, Johannes Kaiser Barents von Hohenhagen, ha publicado duras críticas hacia el Partido de la Gente (PDG), poniendo en tela de juicio su cohesión interna y su capacidad para funcionar como una verdadera bancada legislativa. Durante una entrevista en Radio Infinita, Kaiser enfatizó que la inclusión de figuras como Pamela Jiles y Javier Olivares en el mismo grupo parlamentario representa un desafío significativo, señalando que es un indicativo de la falta de una ideología clara dentro del partido. Aseguró que un partido sin valores ideológicos definidos enfrenta serias dificultades para tomar decisiones políticas en conjunto.
Kaiser, quien es miembro del Partido Nacional Libertario, argumentó que la dinámica de la bancada del PDG es problemática, ya que sus miembros carecen de un camino político claro. «El problema que surge una vez que se conforma una bancada de diputados es que se dice: ‘ni facho, ni comunacho’, pero los proyectos de ley que entran en debate requieren una identidad política para ser abordados eficazmente», explicó. Esta ambivalencia, sostuvo, puede llevar a respuestas equivocadas o a la parálisis legislativa, donde la falta de alineamiento puede resultar perjudicial para el cumplimiento de los compromisos políticos.
Además, el excandidato mencionó que la abstención en votaciones, a menudo considerada una opción viable, es en realidad un síntoma de falta de consenso. «Es una cuestión binaria, la política no permite estar indeciso; muchas veces, la abstención es vista como una falta de colaboración entre los miembros de la bancada», criticó. Esto pone de manifiesto una de las mayores falencias que, según él, tiene el PDG: la incapacidad de su membresía para unirse detrás de un proyecto o filosofía común que asegure un camino claro en el legislativo.
En su análisis sobre la diversidad de miembros del PDG, Kaiser cuestionó la efectividad de tener a políticos de trayectorias tan disímiles como Jiles y Olivares en la misma bancada. «No puedes poner a Pamela Jiles, con toda su historia política, que, por lo demás, me cae muy bien, junto al señor Olivares y pensar que esa combinación va a funcionar eficazmente», puntualizó. Su comentario subraya la tensión entre los ideológicamente divergentes que, en su opinión, podría llevar a conflictos internos que impidan la operatividad del partido.
Finalmente, Kaiser concluyó que para que un partido tenga éxito se requiere una base ideológica sólida y un entendimiento compartido de la sociedad que se desea construir. «Un partido que no tiene claridad sobre el tipo de sociedad que busca fomentar, no soporta, no aguanta las presiones del legislativo», afirmó. Con sus declaraciones, Kaiser no solo critica la estructura del PDG, sino que también invita a una reflexión más profunda sobre el futuro del sistema político chileno y la necesidad de partidos que puedan ofrecer una dirección clara y coherente a sus miembros y electores.








