Open Banking: Innovaciones y Seguridad en Fintechs

Image

El auge del Open Banking en Latinoamérica está reformulando la manera en que los bancos, las fintech y terceros autorizados intercambian información, poniendo de manifiesto la necesidad de innovaciones constantes en el sector financiero. Este modelo, que facilita el acceso ágil a datos financieros mediante APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones), no solo promueve la eficiencia del sistema, sino que también crea un entorno más competitivo donde las instituciones han de adaptarse rápidamente a las nuevas normativas y exigencias de los consumidores. Cristian Ojeda, gerente general de Nubatech, subraya que las APIs se han convertido en la columna vertebral del ecosistema digital financiero, transformando cómo las aplicaciones autorizadas interactúan con los datos de los usuarios.

En Chile, la implementación de la nueva normativa sobre Open Banking, programada para entrar en vigor en julio de 2026, es un ejemplo claro de este fenómeno. La ley obligará a todas las instituciones financieras a utilizar tecnologías de Open Banking para permitir que los usuarios compartan su información de manera consensuada con otras entidades. Este movimiento no solo moderniza el sector financiero chileno, sino que también establece un estándar que podría ser seguido por otros países de la región, alineando a Latinoamérica con las tendencias globales en el manejo de datos financieros.

Sin embargo, el crecimiento del Open Banking también conlleva desafíos significativos, especialmente en términos de seguridad. La mayor apertura de datos sensibles incrementa la superficie de ataque para los ciberdelincuentes, lo que exige a los bancos y entidades financieras implementar rigurosos estándares de seguridad. Ojeda enfatiza que es vital adoptar soluciones digitales que permitan detectar y mitigar riesgos en tiempo real. Para esto, es fundamental que los equipos de seguridad desarrollen estrategias efectivas para proteger tanto las infraestructuras que soportan el Open Banking como la información crítica que se intercambia.

Actualmente, hay soluciones avanzadas de seguridad que facilitan el monitoreo en tiempo real, el análisis del tráfico y la detección de anomalías en las interacciones de Open Banking. Estas herramientas permiten a las instituciones financieras identificar y gestionar riesgos, asegurando que la información crítica permanezca protegida y que los servicios continúen funcionando dentro de los estándares normativos nacionales. Esta labor es crucial para mantener la confianza de los usuarios y asegurar la estabilidad del sector en un panorama en constante evolución.

Las proyecciones para el mercado de Open Banking en Latinoamérica son optimistas, estimándose que podría alcanzar los 7.900 millones de dólares para 2025, según un informe de Frost & Sullivan. Esta expansión se ve impulsada por la adopción acelerada de tecnologías financieras en países como México, Brasil y Colombia. Ojeda concluye que las APIs deben trascender el ámbito tecnológico, convirtiéndose en componentes estratégicos que incluyan mecanismos robustos de protección de datos. Así, el intercambio de información se hará de manera confiable, beneficiando tanto a los consumidores como a la industria en su conjunto.