Pausas Activas: Mejora tu Salud y Productividad Laboral

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En un entorno laboral donde más del 64% de los trabajadores chilenos afirman no contar con medidas que promuevan la actividad física, la preocupación por la inactividad se convierte en un tema prioritario. Rafael Rubilar, jefe de proyectos de salud ocupacional y calidad de vida de Workmed, ha destacado la importancia de implementar pausas activas como una estrategia clave para mejorar tanto la salud mental como física de los empleados. Este enfoque cobra relevancia tras los alarmantes resultados de la Encuesta Nacional de Actividad Física y Deporte 2024, que revela que más de un 41% de los adultos en Chile son físicamente inactivos, mientras que una abrumadora mayoría considera que sus lugares de trabajo no implementan políticas para promover el movimiento.

Las pausas activas, según Rubilar, no solo son beneficiosas para la salud individual de los trabajadores, sino que también impactan directamente en el rendimiento de las organizaciones. «Las pausas activas ayudan a interrumpir el sedentarismo, mejorando la oxigenación y activando la musculatura. Esto no solo reduce la fatiga física y mental, sino que también traduce un incremento en la atención, energía y estado de ánimo de los empleados», expone. Este tipo de intervenciones están dirigidas especialmente a prevenir dolencias musculoesqueléticas comunes en entornos laborales, como los dolores lumbares y la tensión cervical, provocados por posturas prolongadas o movimientos repetitivos.

Además de las pausas activas, Rubilar subraya el valor del yoga como un complemento perfecto para fomentar el bienestar integral de los trabajadores. Integrar el yoga dentro de las estrategias de salud laboral no solo mejora la flexibilidad física y mental, sino que también actúa como un potente aliado en la gestión emocional. «El yoga, al ser un espacio de quiebre de la conducta sedentaria, se convierte en una herramienta efectiva para reducir el ausentismo y promover ambientes de trabajo más saludables y colaborativos», afirma.

El especialista añade que el yoga contribuye a activar la respiración consciente y a mantener el enfoque en el presente, lo que favorece la regulación emocional y mejora las funciones cognitivas. Esto permite a los trabajadores enfrentar jornadas más intensas con una mayor concentración y agilidad mental, así como una mejor capacidad de respuesta ante el estrés. «Estas prácticas son fundamentales para liberar tensiones, calmar la mente y recuperar la energía, disminuyendo los niveles de estrés y previniendo riesgos como el síndrome de burnout», explica Rubilar.

Finalmente, Rubilar enfatiza que la implementación de estas estrategias debe hacerse de manera paulatina, segura y, sobre todo, voluntaria. Recomienda comenzar con actividades breves dirigidas por profesionales capacitados en espacios que fomenten la confianza y la participación. «Lo más importante es que estas acciones se integren en la cultura organizacional, valorando la salud mental y física como parte del ADN de la empresa», concluye, marcando así un camino hacia un entorno laboral más saludable y productivo.