El Puerto de San Antonio, el más importante de Chile, se prepara para un salto estratégico mientras consolida su posición en el escenario global. En 2024 movió 1.814.488 TEU, con un crecimiento del 17,8% respecto al año anterior, y regresó al Top 100 mundial de puertos contenedorizados según Lloyd’s List. El desempeño refuerza su papel como principal terminal del país y uno de los más relevantes de América Latina.
Para Pilar Larraín, gerenta general de la Comunidad Logística de San Antonio (Colsa), este hito evidencia la capacidad del ecosistema portuario para coordinarse y responder a desafíos globales. “Estar entre los 100 puertos más activos del mundo, de un universo estimado en más de 400 terminales de contenedores, es una señal clara de competitividad”, afirmó. También señaló que este logro representa la validación del trabajo de toda la cadena logística, destacando que Colsa articula a más de 40 actores públicos y privados y que los estándares compartidos son claves para la eficiencia, así como el desempeño de los terminales contenedorizados STI y DP World.
Los factores detrás de un crecimiento del 17,8% frente al promedio global incluyen un esfuerzo sostenido por mejorar procesos y anticipar contingencias. Se fortaleció la planificación, los protocolos y la comunicación entre terminales, transportistas, depósitos y autoridades. El puerto ha sabido gestionar jornadas con picos de hasta 6.000 camiones en circulación gracias a sistemas de agendamiento y a la coordinación con Aduanas, SAG y la Autoridad Marítima; además, Aduanas triplicó los aforos con tecnología no invasiva, lo que agilizó notablemente la operación.
Entre los desafíos para sostener la posición se destaca la necesidad de mantener la eficiencia ante una demanda mayor. La digitalización será clave: en 2026 comenzará a operar el Port Community System (PCS), una plataforma que integrará a todos los actores de la cadena logística del puerto, brindando trazabilidad en tiempo real y reduciendo costos operativos. Se suma la mejora de la conectividad terrestre, con un proyecto emblemático como el Terminal Intermodal Barranca, que pasará de 50.000 a 300.000 TEU y permitirá mover mayor volumen por tren, aliviando la presión sobre las rutas. En paralelo, la sostenibilidad y la seguridad se mantienen como pilares de la competitividad internacional.
¿Qué depara el futuro para el Puerto de San Antonio? El salto tecnológico con el PCS implica que sus primeros servicios lleguen a finales de este año y se consolide en los próximos cinco. El proyecto Puerto Exterior será decisivo para ampliar la capacidad: hacia 2036 podría iniciarse la operación y para 2050 se estima triplicar la capacidad actual de 2,6 millones de TEU. Este crecimiento dependerá de la coordinación y la infraestructura en toda la cadena logística, porque la eficiencia no se logra solo en el terminal. En la proyección regional, San Antonio apunta a convertirse en un enclave logístico de clase mundial para el comercio con Asia y países vecinos, con mayor uso del ferrocarril y corredores bioceánicos. El mensaje es claro: el Puerto de San Antonio es un motor del comercio exterior chileno, y su regreso al Top 100 es fruto de la colaboración público-privada y del compromiso de cada actor; la meta es mantener esa responsabilidad y ampliar su impacto social.