Puerto de San Antonio Top 100: retos y futuro logístico

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El regreso de San Antonio al Top 100 mundial de puertos no es solo un hito estadístico: es una señal de que Chile puede competir en la primera división del comercio marítimo. Según los datos más recientes, el puerto movilizó 1,8 millones de TEU y cerró el último año con un crecimiento cercano al 18%, cifras que reflejan coordinación logística y eficiencia operativa. Analistas destacan que el logro consolida la posición de Chile como hub regional y refuerza la conectividad entre el Pacífico y las cadenas de suministro globales. En el radar de la industria, este repunte apunta a una mayor disciplina en el manejo de volúmenes y a la reputación de San Antonio como eslabón clave de la región.

Pero la pregunta de fondo es si estamos preparados para sostener este liderazgo. La respuesta no depende solo de grúas o metros de muelle: el salto sustantivo exige digitalización plena, intermodalidad real y una gobernanza capaz de articular intereses públicos y privados con visión de Estado. Sin una hoja de ruta tecnológica, los cuellos de botella pueden volver a frenar el crecimiento y erosionar la confianza de usuarios y operadores.

La lección es clara: la competitividad no se juega dentro del puerto, sino en toda la cadena logística. Infraestructura ferroviaria robusta, conectividad terrestre eficiente, aduanas ágiles y sistemas de información interoperables son ingredientes esenciales para convertir el Top 100 en un posicionamiento sostenible. El verdadero desafío es integrar puertos, corredores y ciudades productivas en una red que permita flujos de carga constantes y previsibles.

Celebrar el Top 100 debe impulsar un proyecto claro: que San Antonio lidere en Latinoamérica, o, de lo contrario, ver cómo otros puertos ocupan ese lugar. En esa tesis, Gabriel Gurovich, Chief Evangelist Officer de KLog.co, señala que el reconocimiento debe traducirse en una agenda de transformación con metas verificables y plazos para avanzar en digitalización y gobernanza.

El camino requiere acción coordinada: plataformas digitales de gestión de carga, mayor intermodalidad con mayor uso del transporte ferroviario y marcos de gobernanza que articulen intereses públicos y privados sin perder la visión de un Estado eficiente. Se necesitan inversiones en tecnología, talento humano y redes de datos que conecten puertos con el interior y con los mercados internacionales. Si se actúa con decisión, San Antonio podría consolidar su liderazgo regional; de lo contrario, corre el riesgo de convertirse en una historia de un puerto que fue Top 100 una vez pero no logró sostenerse.