Iniciar un negocio nunca es fácil. Especialmente para aquellos que no tienen conocimientos financieros, pasar a ser un emprendedor de un día para otro puede ser una verdadera odisea. Afortunadamente, las nuevas tecnologías y el internet, brindan un sinfín de soluciones que están a la mano de cualquiera. Aunque, a veces solo basta con escuchar la opinión del que está al lado o pedir ayuda.
Según datos del Registro de Empresas y Sociedades (RES), el promedio de creación de empresas en 2021 ha sido de 516 por día, lo que resulta sorpresivo considerando que estamos en medio de una pandemia.
De hecho, si se comparan las cifras del primer semestre de 2020 con las del mismo periodo en este año, el aumento es bastante considerable: 25.026 vs. 42.923 (+72%).
Sin embargo, existen muchas pequeñas y medianas empresas que terminan quebrando porque sus dueños no pudieron sacarlas adelante: “En Chile existe una buena cantidad de emprendedores que por A, B o C motivo no siguieron adelante con sus negocios. A mi me parece que, más que por una falta de conocimiento, muchos fracasan porque no escuchan la opinión de sus más cercanos o de los que más saben”, comenta Eduardo Olmedo Prado, líder de dos empresas chilenas.
Ya sea por falta de conocimiento, o por otros motivos, a día de hoy existen más alternativas que antes para sortear las barreras que aparecen a la hora de emprender. La tecnología tiene mucho que ver en esto.
Entender el concepto de rentabilidad
El manejo del capital en una empresa es algo muy importante y requiere de conocimientos previamente adquiridos. No obstante, para un emprendimiento que está recién partiendo no siempre es posible contar con ayuda profesional.
En este ámbito, uno de los errores más frecuentes de los emprendedores novatos es no comprender el concepto de rentabilidad en un negocio, el cual muchas veces es confundido con la ganancia. No es positivo, por ejemplo, ganar $5 pesos al mes si invertí $3 en productos, pero debo pagar $2 en arriendo.
A resumidas cuentas, la rentabilidad corresponde a los beneficios que se obtienen luego de invertir una determinada cantidad de dinero y tiempo en una actividad comercial. Normalmente se expresa en porcentajes y puede ser medida.
Para hacerlo ya no es necesario contratar la ayuda de nadie, ya que a través de softwares computarizados como ERPymes u Odoo es posible hacerlo.
El orden financiero es clave
Siguiendo en la parte financiera, otro error frecuente en quienes se están iniciando en el mundo de los negocios es no prestar atención al orden de las cuentas de un emprendimiento. Es decir, a lo que se gasta, se gana, se invierte, inventarios, entre otros elementos.
Sin embargo, para llevar este tipo de cuentas no es necesario pagar por programas especializados, ya que la solución está más cerca de lo que se piensa: Hojas de cálculo.
Este tipo de documento virtual, habitualmente ligado a Microsoft Excel, es la herramienta por excelencia para llevar a cabo un buen orden financiero en cualquier negocio. Su uso es bastante intuitivo a la hora de ocupar las funciones básicas, pero cuando se saben ocupar las avanzadas es cuando más partido se le puede sacar.
Para aprender, es posible contratar cursos en internet, aunque por la red hay muchos tutoriales gratuitos. Por otra parte, acceder al programa ya no es nada complejo, ya que Google tiene una opción gratuita que cualquiera de sus usuarios puede ocupar.
“A veces es bueno pedir ayuda”, comenta Roberto Oteiza Aguirre
De igual forma, en ciertas ocasiones no vale la pena recorrer el camino de los negocios de manera solitaria.
A pesar de que internet brinda una gran cantidad de conocimientos que sirven para levantar un negocio, no todo está escrito. A veces la voz de la experiencia puede ser mucho más valiosa para un emprendedor que está iniciando, que un libro o un tutorial en internet.
Eso es lo que piensa Roberto Oteiza Aguirre, impulsor de negocios chileno, que hoy se dedica completamente a asesorar a nuevos talentos del emprendimiento: “A veces es bueno pedir ayuda, especialmente cuando no encontramos el camino correcto. Un consejo, solamente uno, puede ser clave para rescatar a un negocio que está a punto de quebrar. Yo lo viví y hoy quiero aportar con mi experiencia”, señala.

El dinero de la empresa y el dinero personal
Otro error que frecuentemente es cometido por los nuevos emprendedores, es combinar el capital correspondiente a su negocio con sus dineros personales.
Esto puede ser un error gravísimo ya que al combinarlos, no se tiene claro realmente cuáles son las ganancias del negocio y del emprendedor, pudiendo gastar dineros relevantes para la empresa y su futuro en el mercado.
La mejor forma de evitar esto es creando una cuenta bancaria exclusiva de la empresa, en donde se manejen todos los dineros y desde donde se paguen los sueldos de los empleados. Si la empresa tiene un solo miembro, es decir, el mismo emprendedor, éste debe imponerse un sueldo acorde a las ganancias de la compañía.
Constituir un buen equipo de trabajo
No obstante, en los casos en donde el emprendedor tenga a cargo a un grupo de trabajadores que dará vida a la nueva empresa, algo sumamente relevante es construir un buen equipo de trabajo.
“En mi vida he construido varios equipos de trabajo para negocios muy distintos. Lo que he podido aprender de ello, es que además de seleccionar a personas competentes para el cargo, es importante crear un buen clima de trabajo basado en el respeto, la confianza, la capacidad de escuchar y el diálogo. Sólo así una empresa podrá crecer y alcanzar el éxito”, comenta Eduardo Olmedo Prado.