Los servicios de outsourcing han emergido como un elemento crucial en la dinámica del sector minero, actuando como un brazo extendido que permite movilizar mano de obra local y fomentar la innovación. Estos servicios no solo atañen a la optimización de operaciones logísticas y mantenimiento industrial, sino que también abarcan soluciones innovadoras como la automatización de procesos y el manejo de datos. Este enfoque beneficia a las empresas al reducir costos y aumentar la productividad, pero su impacto va más allá. Expertos subrayan que el outsourcing introduce prácticas sostenibles que ayudan a cumplir regulaciones ambientales, convirtiéndose en un facilitador del desarrollo social y económico en las comunidades donde operan.
La incorporación de empresas tercerizadas en zonas mineras representa una oportunidad significativa para la creación de empleo local. Según Juan Cariamo, socio y Co-CEO de Vantaz Group, estas compañías buscan trabajar con talento de la región porque, entre otras cosas, conocen mejor el entorno y pueden tomar decisiones más informadas. Este modelo no solo reduce gastos asociados con la movilización de personal, sino que también promueve la formación profesional local. Así, se crean oportunidades de desarrollo para los habitantes de la zona, que pueden mejorar sus condiciones de vida profesional sin necesidad de trasladarse a otras regiones.
El fortalecimiento de capacidades locales también tiene un efecto multiplicador en la economía regional. Como menciona Cariamo, la colaboración entre empresas de outsourcing y la comunidad fomenta la innovación, permitiendo la aparición de nuevas empresas proveedoras en el territorio. Este tipo de sinergias contribuye a la creación de un entorno empresarial más robusto y diversificado, donde la capacitación y la transferencia de conocimientos se convierten en pilares para el crecimiento sostenido. Con el tiempo, este enfoque puede transformar a las comunidades, generando un ecosistema más equilibrado y favorable para todos los interesados.
Alfredo Freyre, gerente comercial de Minería y Energía en Promet, destaca que la integración de trabajadores locales no solo es un compromiso social, sino una estrategia efectiva para elevar los estándares operativos. Actualmente, cifras como el 86% de trabajadores locales en Mejillones ilustran el impacto positivo de esta estrategia. Las diversas iniciativas de capacitación que lleva a cabo Promet aseguran que estos trabajadores estén mejor preparados y equipados para contribuir al desarrollo de la industria, lo que a su vez repercute en una mejora de la calidad de vida de sus familias y comunidades.
El rol de las empresas de outsourcing en la minería es crucial, ya que permiten a las compañías enfocarse en sus actividades centrales mientras optimizan aspectos operativos a través de la especialización. En este sentido, Mauricio Bahamonde, gerente de Negocios Minería en Xinerlink, enfatiza que su operación está construida sobre procesos certificados que garantizan una fuerte presencia regional y un compromiso con la inclusión. Este modelo no solo permite a la minería ser más responsable social y ambientalmente, sino que también le ofrece a las comunidades locales la oportunidad de beneficiarse de una industria más sostenible, alineada con los estándares globales de resiliencia y eficiencia.








