La intensa campaña de relaciones públicas llevada a cabo por Temu y Shein parece buscar una atención positiva en un entorno marcado por controversias. Un comunicado reciente de Temu destaca cómo la plataforma ha logrado captar la confianza de los consumidores británicos, con un 80% de aprobación en cuanto a la relación calidad-precio. Un estudio realizado por Ipsos, financiado por la propia empresa, señala que los usuarios han logrado un ahorro promedio del 25% en sus compras, lo que ha llevado a muchos a considerar aumentar sus gastos en la plataforma en 2025. Mientras tanto, los responsables de la compañía enfatizan su compromiso por ofrecer bienes asequibles y apoyar a pequeños negocios dentro del ecosistema digital, un mensaje claro en un contexto donde la competencia se intensifica.
Sin embargo, esta racha de éxitos y sondeos positivos no logra ocultar las preocupaciones en torno a la autenticidad de las prácticas comerciales de Temu. En un movimiento estratégico, la compañía firmó un Memorando de Entendimiento con la Coalición Internacional Contra la Falsificación en un esfuerzo por elevar su imagen y combatir las acusaciones sobre la venta de productos ilegales. A pesar de estas acciones, el escrutinio sobre su modelo de negocio persiste, especialmente dado que la Comisión Europea ha abierto una investigación para determinar la efectividad de las medidas de Temu contra los bienes falsificados. Este contexto plantea preguntas sobre el impacto real de las campañas de relaciones públicas frente a las realidades del comercio electrónico global.
Por su parte, Shein también intenta suavizar su imagen pública, invitando a medios a conocer más sobre su modelo de negocio y desmentir mitos sobre sus prácticas. Sin embargo, el evento en el Retail Technology Show 2025 dejó una impresión ambivalente, ya que su líder de asuntos corporativos evitó responder preguntas del público, lo que generó controversia. El hecho de que se negara a interactuar directamente con el público fue duramente criticado por figuras del medio, quienes resaltaron la falta de transparencia por parte de la compañía. Esta situación pone de relieve las luchas internas de empresas que, a pesar de buscar posicionarse favorablemente, enfrentan escepticismo y desconfianza por parte de los consumidores y expertos del sector.
La reciente decisión de Shein de optar por la bolsa de valores de Hong Kong en lugar de Londres ha sido interpretada como un signo de la creciente presión que enfrenta la empresa. La controversia que rodeó su cadena de suministro y problemas relacionados con aranceles han complicado su imagen ante los reguladores chinos, que han estado lentos en aprobar su Oferta Pública Inicial (OPI) en el Reino Unido. Además, la creciente atención hacia criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) ha añadido un filtro adicional que la empresa debe considerar al buscar资本 para su expansión. Análisis del mercado sugieren que una valoración menor sería inevitable si se decidiera cotizar en el Reino Unido, lo que pone en duda su capacidad de atraer a grandes inversores.
En resumen, tanto Temu como Shein parecen estar en una misión de relaciones públicas para mitigar las preocupaciones que rodean su funcionamiento. Sin embargo, aunque estas tácticas puedan generar cierta cobertura positiva, persiste el escepticismo sobre la sostenibilidad de sus prácticas comerciales. En RTIH, mantenemos una postura cautelosa, esperando respuestas a los interrogantes planteados sobre su modelo de negocio y la gestión de las controversias en torno a sus operaciones. Con la incertidumbre en el horizonte, la lucha por la percepción pública en el sector del comercio electrónico sigue siendo un tema crítico.








