Ante la peor escalada de precios de las últimas dos décadas, el Banco de México ha votado a favor de incrementar en 50 puntos base el objetivo para la tasa de interés interbancaria que se eleva a 5,5% a partir de este viernes. Los pronósticos de los analistas financieros ya descontaban esta alza, pero opinaban que el aumento sería de 25 puntos. Esta es la quinta reunión de política monetaria consecutiva en que la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno vota a favor de un incremento. La tasa funciona como una referencia para todas las transacciones financieras en el país. La última vez que el banco central subió en 50 puntos base la tasa fue el 9 de febrero 2017. En noviembre pasado la escala de precios en el país alcanzó el 7,3%, la peor cifra de los últimos 20 años.
El banco central ha informado de que espera una inflación más alta de lo previsto, por lo que actualizó sus perspectivas para el cuarto trimestre del año de 6,8% al 7.1%. “La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y a los factores que la determinan, el riesgo de que se contamine la formación de precios y los retos por el apretamiento de las condiciones monetarias y financieras globales. Con base en ello decidió, en esta ocasión, incrementar a un nivel de 5.5%. Con esta acción, la postura de política monetaria se ajusta a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico”, ha informado el Banco de México por escrito, este jueves. Tras la decisión, el peso mexicano se está apreciando.
El gobernador del banco, Alejandro Díaz de León, estuvo entre los cuatro miembros de la junta que votaron a favor de un incremento, mientras que el subgobernador Gerardo Esquivel votó por elevar la tasa a solo 5,25%. Esta es la última decisión del actual equipo directivo, que en enero pasará el relevo a Victoria Rodríguez Ceja, la última apuesta de Andrés Manuel López Obrador, rodeada de incertidumbre por su falta de experiencia en política monetaria.
“En las siguientes decisiones de política monetaria la Junta de Gobierno vigilará estrechamente el comportamiento de las presiones inflacionarias, así como el de todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas. Ello con el objetivo de determinar una tasa de referencia que sea congruente en todo momento con la trayectoria requerida para propiciar tanto la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3% en el plazo en el que opera la política monetaria, como un ajuste adecuado de la economía y de los mercados financieros”, refirió la institución este jueves por escrito.
En México, la escalada en los precios de mercancías, de la electricidad y los productos agropecuarios empujaron al alza la inflación que llegó en noviembre al 7,3% la cifra más alta desde 2001. En el caso de las mercancías, los precios de estas aumentaron 7,24% en comparación anual, mientras que los servicios incrementaron en 3,59%. Por otra parte, los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno aumentaron en 11.26%, esto explicado en mayor medida por la recuperación este año de los precios del petróleo y en el caso de los agropecuarios, el aumento fue de 14,3%.
La inflación desbocada está azotando al mundo entero por las secuelas de la pandemia: el efecto rebote de la demanda y los desajustes aun en las cadenas globales de suministro. En todo el mundo los bancos centrales ya están tomando medidas. La Reserva Federal de EEUU ha acelerado sus planes de retirada de estímulos empujada por una coyuntura en la que se combinan una elevada inflación y una tasa de desempleo en mínimos. Aunque por el momento se mantienen en torno al 0%, el banco emisor también ha confirmado sus planes de subida de los tipos de interés.