Saúl ‘Canelo’ Álvarez se prepara para una de las peleas más esperadas del año al enfrentarse a Terence Crawford en Las Vegas el próximo 12 de septiembre. Esta lucha sigue a su reciente victoria al vencer a William Scull por decisión unánime, un combate que mantuvo a los espectadores al borde del asiento, aunque no de la manera esperada. Scull, con su estilo evasivo, logró frustrar a Álvarez durante los doce asaltos, haciendo que la pelea se convirtiera en un desafío de paciencia para el mexicano. A pesar de los intentos del cubano por mantenerse en movimiento, los poderosos golpes al cuerpo de Álvarez lo llevaron a recuperar su título indiscutido en la categoría de supermediano, obteniendo puntuaciones de 115-113, 116-112 y 119-109.
Álvarez, de 34 años, mostró su descontento hacia el estilo evasivo de su oponente, calificándolo de «aburrido». «Odios a esos tipos de peleadores que solo están allí para sobrevivir», expresó tras la pelea, dejando claro su deseo de competir contra rivales que busquen la victoria. La caminata hacia el ring de Crawford después de la pelea de Álvarez fue un indicativo de la tensión y anticipación que se vive en el ambiente del boxeo. Los dos campeones protagonistas posaron para el cara a cara, elevando la expectativa a medida que se aproxima el evento en el estadio Allegiant, con capacidad para 65,000 espectadores.
Terence Crawford, a sus 37 años, es un boxeador destacado en la historia del boxeo, siendo campeón indiscutido en cuatro divisiones distintas. Para enfrentar a Álvarez, Crawford deberá subir de peso desde la categoría de superwelter, un desafío que muchos consideran arriesgado. Sin embargo, el campeón se muestra confiado y determinado; «Todo sucede por una razón y hay una razón por la que estoy aquí. En septiembre mostraré al mundo cómo es la grandeza», afirmó después de cruzarse con Canelo en el ring. Esta lucha promete ser una vitrina tanto para Álvarez como para Crawford, quienes esperan demostrar su valía en este enfrentamiento histórico.
La última pelea de Álvarez también marcó un hito importante en su carrera, ya que se convirtió en el cuarto boxeador masculino en la era de los cuatro cinturones en alcanzar el estatus de campeón indiscutido por segunda vez, uniéndose a figuras legendarias como Oleksandr Usyk y Naoya Inoue. El pugilista mexicano, que luchó fuera de su país por primera vez como profesional, comenzó lento en el ring, buscando medir a su oponente y dictar el ritmo del combate. Su frustración creció a lo largo de los asaltos ante la dificultad para cerrar el espacio y conectar golpes significativos contra Scull, lo que se reflejó en su reacción, especialmente en los momentos en que el oponente intercambiaba golpes esporádicos.
A pesar de la victoria, Álvarez ha sido criticado por no enfrentar a oponentes de renombre en su camino, como el invicto David Benavidez, un boxeador que se ha ganado una reputación por sus potentes golpes. La próxima pelea contra Crawford es promocionada como la «pelea más grande de la última década», y se prevé que sea un evento que rompa récords de taquilla. El reconocimiento y la gloria están en juego, y tanto Álvarez como Crawford tienen mucho que demostrar. Ambos boxeadores están listos para escribir un capítulo inolvidable en la historia del boxeo, con una audiencia que espera ver un encuentro que cumpla con las expectativas generadas.
